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14 octubre 2008
TimeShift
Tras un fascinante desarrollo en el que hemos visto la tremenda evolución de este prometedor videojuego, por fin llega a nuestro país TimeShift. El juego de Sierra y Saber Interactive es una original propuesta basada en dinamitar las anquilosadas bases de los FPS, permitiéndonos jugar con el tiempo a nuestro antojo. Interesante, ¿no?
TimeShift puede presumir de tener una de las fases de producción más desconcertantes de los últimos años. Si echamos un vistazo a las dos demos que hay disponibles en 3DJuegos asistiremos con asombro al brutal cambio que ha tenido lugar en el videojuego desde 2006 cuando se presentó la primera versión jugable de prueba.
Los resultados con esta primigenia edición fueron tan poco satisfactorios que el juego fue rápidamente desechado, y la producción comenzó de nuevo prácticamente desde cero. La primera demo mostraba un producto algo más complejo de lo que el público estaba dispuesto a asimilar y se decidió dar un giro radical a su historia, diseño y jugabilidad.
La segunda demo, de casi dos años después -octubre de 2007- iba por unos derroteros totalmente distintos. Los saturados colores y la luminosa ambientación del primer TimeShift se tornaban oscuros entornos lluviosos en el nuevo, la historia sufría una fuerte modificación y la jugabilidad se simplificaba notablemente para hacerla más direca.
El resultado? Una apuesta a caballo ganador. El nuevo TimeShift se apunta a la escuela moderna de shooters futuristas, recogiendo numerosos clichés visuales del género; pero su jugabilidad, basada en alterar el tiempo a nuestro antojo, presenta las suficientes novedades como para convertirla en un juego muy recomendable.
El Dios del Tiempo
Olvidémonos ya del primer TimeShift, y centrémonos en el segundo que emerge sobre las cenizas de su predecesor para convertirse en un interesante título de acción con mucha personalidad.
El confuso y algo desdibujado guión de TimeShift nos traslada a un futuro a medio plazo en el que, por supuesto, las grandes corporaciones mandan, convertidas casi en fascistoides gobiernos con mucho de represión y poco de libertades.
Resulta complicado entender la historia por la torpe narración del juego, pero en esencia seremos anónimamente enviados a un viaje a través del tiempo, y deberemos tratar de evitar el robo de un traje por parte de un tal Doctor Krone, traje con el que se puede controlar el tiempo al antojo del portador.
Nosotros seremos quienes vayamos embutidos en el traje temporal, y controlaremos el tiempo a nuestro antojo. Y diréis… ¿Por qué el héroe no retrocede en el tiempo hasta antes de esta dictadura y pone las cosas en su sitio? Pues muy sencillo, porque en principio el traje es lanzado de una dimensión a otra, pero algo en uno de los viajes sale mal, y nos deja en mitad de dos mundos, en un momento alternativo que en realidad no ha ocurrido y del que deberemos salir.
Algo complicado, ¿verdad? No importa, el fuerte de TimeShift no es la historia, el fuerte de TimeShift son los poderes. Gracias al espectacular traje podremos retroceder, ralentizar o pausar el tiempo según deseemos, y siempre dentro de los márgenes que establece una barra de energía para medir el “poder temporal” que nos queda.
Esta barra se recarga sola, y la verdad es que lo hace realmente rápido. Si la agotamos bastará con ponerse a cubierto unos segundos y en seguida será rellenada. De hecho si hemos sido lo suficientemente hábiles como para, al congelar el tiempo, volver a un lugar escondido antes de que los soldados recuperen la movilidad y puedan vernos, tardarán un rato en encontrarnos.
Todos estos detalles TimeShift los cuida a la perfección. Estupendos ejemplos de ello son, por ejemplo, cuando al pausar el tiempo y quitarle el arma a un enemigo al recuperar la conciencia éste verá sorprendido como en sus manos ya no está el arma, y caerá de rodillas al suelo, suplicando clemencia. Otro ejemplo genial es cuando un explosivo destruye una pared y podemos ver –dando marcha atrás- como ésta se recompone y como los cadáveres humeantes vuelven a la vida y a recuperar la verticalidad.
El Tiempo en Sus Manos
Todo luce estupendamente en las primeras horas de este TimeShift, pero una vez que vamos avanzando niveles y experimentando horas de juego, nos damos cuenta de que, pese a que se trata de un muy buen juego, no es oro todo lo que reluce.
Para empezar el título de Sierra acusa seriamente el ser excesivamente lineal. Esto no es problemático si la ejecución es buena, pues pasa en el 90% de shooters, el caso es que en TimeShift algo no acaba de funcionar correctamente, y el juego pierde algo de empaque con su transcurrir.
En primer lugar nos da la impresión de que el control sobre el tiempo se podría haber empleado para algo más que para los combates. Hay ligeros rompecabezas pero son de una simplicidad que asusta, y lo cierto es que el programa hubiera ganado muchísimos enteros de contar con un plus de jugabilidad en forma de resolución de puzzles.
Por otro lado la presentación de los poderes es algo brusca, y da la impresión de que se podía haber modulado de una forma más hábil dosificando su introducción. De golpe y porrazo en mitad del primer nivel se nos proporcionan las tres posibilidades de control de tiempo, sin tutorial o explicación de por medio. Lo cierto es que lo intuitivo del control, y la posibilidad de acudir a la computadora para que seleccione por nosotros el poder más adecuado aligera mucho la dificultad.
También es cierto que la variedad de objetivos no es precisamente amplia. Ir de un punto A a un punto B es la constante rutina de TimeShift, y acabar con todo lo que encontremos por el camino una necesidad constante. Para variar algo este desarrollo hay algunos niveles a bordo de vehículos, ya sea en el asiento del piloto o en la torreta de fuego. No son suficientes para quitarnos esa ligera sensación de tedio, pero desde luego la alivian de sobremanera.
Lo cierto es que la más importante de las vacunas de TimeShift contra la monotonía es la de los espectaculares combates. Los enemigos son realmente duros de pelar incluso en los niveles de dificultad medio y fácil, y su inteligencia artificial no se presta a queja alguna.
Las armas, asimismo, son poderosas aunque pecan de ser algo clásicas. Pistolas, ametralladoras, fusiles… todas con un diseño futurista, pero con una alarmante falta de imaginación, y sobre todo de poderío, ya que podremos vaciar tres cuartas partes de cargador sobre un enemigo y ver como este sigue vivito y coleando. Sorprendentemente el arsenal es mucho más efectivo destruyendo elementos del escenario que abatiendo enemigos, y es que buena parte de las paredes y objetos de TimeShift son plenamente destructibles, conformando espectaculares estampas de combate.
La campaña tiene una muy razonable duración de algo más de 10 horas, pero para cuando la acabemos el título de Saber Interactive nos reserva un interesante multijugador.
TimeShift resuelve con habilidad el uso del tiempo en el juego online, haciendo que éste se maneje mediante granadas, y haciendo que sólo se vean afectados quienes estén dentro del radio de explosión de éstas. Los modos de juego son variados pero rutinarios: Deathmatch; Deathmatch por equipos; capturar la bandera; o rey del tiempo, donde el primero que se haga con una granada temporal contará con los poderes y sus ventajas. No obstante también podremos modificar todos los parámetros del juego en red, mediante la alteración de las opciones en la zona de personalización, muy completa y variada.
Muy Buen Aspecto
TimeShift ha sufrido un espectacular lavado de cara con respecto a lo que pudimos ver en las imágenes del primer proyecto, y es que el ambiente lúgubre y tenebroso le ha sentado estupendamente.
Hay disparidad en la calidad de las texturas, pero la gran mayoría están a un excelente nivel, el diseño artístico es demasiado clásico pero cumple con corrección, y los efectos visuales del control del tiempo están poderosamente llevados a cabo.
No obstante encontramos algunos niveles con un diseño artístico exquisito y otros que parecen realizados para cumplir con los deberes y punto. Así el juego comienza deslumbrante con su primer nivel cargado de edificios destruidos y gigantescas criaturas, con unas decisiones a nivel artístico realmente buenas; más tarde se va perdiendo algo de fuelle, y muchos de los laboratorios e instalaciones resultan excesivamente rutinarios, y vistos cientos de veces con anterioridad.
El conjunto se mueve con notable estabilidad, y salvo algunas ocasiones en que la pantalla está llena de partículas y efectos no se notan ralentizaciones dignas de ser reseñadas.
En lo sonoro el score musical cumple con solvencia pero sin alardes, y aporta un conjunto de partituras totalmente inocuo, que ni molesta ni fascina. Cabe destacar, por lo negativo, el lamentable doblaje que tenemos que sufrir, una vez más en España. Muy pocas voces y de una calidad realmente baja. Oiremos constantemente la misma voz en todos los enemigos con la consiguiente caída en la inmersión y calidad general del producto. A resaltar negativamente la vuelta de Tomás Rubio al trabajo de localización, ya que había estado menos activo en los últimos meses; en TimeShift vuelve con fuerza con su voz nasal, monocorde y carente por completo de expresión.
Para utilizar Timeshift necesitas:
Sistema operativo: WinXP/Vista
Requisitos mínimos:
Procesador: 2,0 GHz
Memoria: 1,0 GB
Vídeo: 128 MB
Espacio libre en disco: 1,2 GB
DirectX 9.0c
Conexión de Banda Ancha
Requisitos recomendados:
Procesador: 3,0 GHz
Memoria: 2,0 GB
Vídeo: 256 MB
Espacio libre en disco: 1,2 GB
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