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18 noviembre 2008

Command & Conquer: Red Alert 3 Xbox 360



Estrategia directa, grandes cinemáticas y potente multijugador, el mítico Red Alert entra en combate.

El hermano desenfadado de Command & Conquer debuta en Xbox 360, y lo hace con fuerza. Desata la furia de ejércitos imposibles desde el bando soviético, norteamericano o japonés; y explota sus diferencias en tres campañas largas e interesantes. ¿Su mayor reclamo? Un modo cooperativo, el primero en su especie.

Cualquier aficionado a los RTS que se precie tuvo, como mínimo, un contacto con Red Alert. El spin-off de la saga Command & Conquer que tan formidables resultados dio en la segunda mitad de los 90.


Cuando se anunciaba en febrero de este mismo año las intenciones de Electronic Arts de recupera la saga, se llenaba un vacío de casi diez años en los que las series habían sido abandonadas a su suerte con títulos menores. Red Alert 3 supone la vuelta por todo lo alto de la saga y su debut en Xbox 360, con un lanzamiento artísticamente impecable y con algunas incorporaciones que, por si solas, lo hacen recomendable. Esta edición para la consola de Microsoft, sin embargo, no muestra el mismo mimo que ha recibido la de Pc.



Mundo en Llamas
El argumento de Red Alert 3 se nos narra, como es tradicional en la franquicia, empleando cinemáticas que mezclan los actores en tiempo real con abundante contenido generado por ordenador. El resultado consigue el delicioso toque Command & Conquer, por el cual parecemos estar ante una película de Serie B; look que, por otra parte, encaja a la perfección con el ridículo guión del videojuego.

Por lo demás el título comienza, antes incluso del logo de Red Alert, con una larga cinemática en la que se nos pone en situación. Dos militares de alto rango soviéticos, interpretados por dos descacharrantes Tim Curry (The Rocky Horror Show) y Andrew Divoff (Lost), se ven superados por la situación de la actual Unión Soviética, y atenazados por el miedo deciden optar por recurrir a la ciencia en un experimento muy delicado relacionado con los viajes en el tiempo.




El doctor, encarnado por un no menos paródico Peter Stormare (Fargo), les advierte de los peligros de alterar cualquier elemento en su periplo temporal; pero uno de los militares desintegra literalmente a Einstein, con la intención de privar al bando Estadounidense de sus inventos. Al volver al presente el mundo ha cambiado, pero no para hacer de la Unión Soviética el bando ganador del conflicto, sino para alterar definitivamente el conflicto y los ejércitos que se enfrentan en esta guerra.


Esta alteración del continuo espacio-tiempo trae consigo la aparición por primera vez de una nueva facción en la saga, la del Imperio del Sol Naciente. Los tres bandos en liza no tienen demasiadas diferencias en las facetas jugables, pero los tipos de unidades son tan variados e ingeniosos, que merece la pena superar la campaña que oferta el título para cada bando. De hecho el progresar en el modo individual va haciéndonos avanzar en los árboles tecnológicos de cada ejército, llevándonos a las tropas más avanzadas y de hecho más interesantes.

Red Alert 3 va de topicazos, pero son unos estereotipos explotados de una forma tan simpática que acaban siendo muy divertidos. Así, por ejemplo los japoneses cuentan entre sus filas con ninjas o robots con forma de samurai; los rusos con zeppelines y gigantescos osos siberianos con explosivos, y los norteamericanos, quizá la facción más estándar, que cuentan con espías al más puro estilo James Bond o con la neumática Tanya, interpretada por la ex-chica PlayBoy Jenny McCarthy.


Poder de Mando
El título que nos ocupa consigue de forma más que notable mantener el espíritu Red Alert y trasladarlo a los tiempos modernos. La fórmula tierra, mar y aire funciona tan bien como siempre, y dota a los combates del auténtico frenetismo y ritmo marca de la casa.



Por otra parte hay que destacar que el control ofrece idénticos buenos propósitos que las recientes incursiones de EA en juegos de consola. El sistema en general ofrece una buena mezcla de aspecto intuitivo y comodidad, y recurre a la posibilidad de emplear un mini-mapa extensible para desplazarnos con celeridad a cualquier rincón del escenario.


Si mantenemos apretado el botón verde del pad seleccionaremos a varias unidades al mismo tiempo, mientras que si accionamos el gatillo derecho accederemos a los funcionales menús radiales mediante los cuales poder desplazarnos por la fase de construcción de estructuras y unidades.


El balance entre los ejércitos está muy bien conseguido, aunque el Imperio del Sol Naciente se nos antoja algo irregular por algunas decisiones de concepto referidas a su defensa antiaérea. Las unidades japonesas, no obstante, gozan de una gran riqueza de matices, y de hecho son las que requieren más microgestión; pues la gran mayoría de ellas admiten dos posiciones y cambios. Esto quiere decir que, por ejemplo, podemos emplear las armas tierra-tierra con una unidad nipona pero que, pulsando un botón, podemos convertirla en un vehículo que dispare al aire. Se trata de la facción más flexible, y probablemente también la más innovadora dado su debut en las series.



Las tres campañas individuales son largas, con misiones de una dilatada duración, donde el título nos lleva de la mano a través de diferentes objetivos en un desarrollo fuertemente scriptado. Debemos construir edificaciones y unidades en mayor cantidad y de mayor calidad que nuestro rival, y la mayoría de objetivos se pueden superar sin grandes alardes de tropas, utilizando más la velocidad que la cabeza. El videojuego, además, ha hecho suyos muchos detalles del triunfal Command & Conquer 3, y facetas como el interfaz, determinados aspectos tácticos y la posibilidad de ocupar edificios a modo de cobertura vuelven a estar presentes de una forma muy similar.

Sin embargo, por interesante que resulte el modo off-line, es en el multijugador donde la tercera entrega de Red Alert vuelve a encontrar la fortaleza que ha avivado el fuego de episodios anteriores. El título que nos ocupa, de hecho, incluye un muy divertido cooperativo para dos usuarios al mismo tiempo, que pueden superar acompañados las campañas por entero.


Se puede disfrutar de este cooperativo con compañía humana o con la inteligencia artificial como colega. Obviamente es recomendable buscar un amigo, pues la IA tiene ciertas deficiencias que no la hacen tan útil. Para ponernos en contacto con otro usuario contamos con soporte de voz, y con la posibilidad de marcar sobre el minimapa determinados objetivos sobre los que queramos llamar su atención. Jugando conjuntamente con la computadora el funcionamiento es parecido, y le daremos órdenes directas de a donde queremos que encamine sus tropas y qué objetivos queremos que ataque. A pesar de que el procedimiento para invitar a un amigo a la partida está en esta versión incomprensiblemente limitado a nuestra lista de amigos -sin opción de recurrir a un matchmaking al uso-, lo cierto es que no deja de ser una opción muy recomendable para superar la campaña y multiplicar la diversión.

El multijugador competitivo, por su parte, ofrece el clásico estilo Red Alert en 28 mapas de diferentes tamaños, con un ritmo algo más pausado que el del vertiginoso Command & Conquer 3, todo ello fundamentalmente debido a algunas acertadas decisiones para restringir la economía. Las escaramuzas para hasta 6 jugadores son la única opción en la versión de Xbox 360, y podemos disputar partidos sin afectar a las clasificaciones, o también enfrentarnos a clanes en modalidades 1 contra 1 o 2 contra 2.


Hell March
Gráficamente Red Alert 3 oferta exactamente lo que esperábamos de él. Estamos ante un título deliciosamente colorista, y dotado de una personalidad que desborda la pantalla. El nuevo lanzamiento de EA disfruta de esa rara virtud de contar con un carisma tan fuerte que con sólo ver un screenshot de él sabemos de qué videojuego estamos hablando.


Por lo demás, y aparte de los saturadísimos colores y del ingenioso diseño de las unidades, estamos ante un videojuego que recicla fuertemente el engine gráfico de Command & Conquer 3 con algunas leves mejoras. El aspecto de este Tiberium Wars del año pasado era ya francamente notable, pero no vemos demasiadas mejoras que justifiquen el año transcurrido.


Sin embargo hay algunos matices en los que el progreso sí ha sido enorme. Por un lado podemos citar el agua, uno de los mejores tratamientos de este fluido que hemos visto en un título de estrategia. Los efectos de iluminación, explosiones y rayos también rayan a gran altura.


La versión de Xbox 360 no funciona tan fluida como la de Pc, ni remotamente, y exhibe idénticos problemas con la tasa de imágenes por segundo como es habitual en los títulos de estrategia para consolas. Además esta edición recurre a una anacrónica limitación de 50 unidades.


Lamentablemente la cámara está algo restringida, y también guarda profundas reminiscencias con la del último Command & Conquer. Podemos girarla a izquierda o derecha, y también hacer zoom, pero éste es tan limitado tanto para acercarnos como para alejarnos que se nos antoja francamente deficiente.


En el sonido otro gran trabajo de Electronic Arts. La banda sonora es francamente buena, con un excelente trabajo de acompañamiento, e incluso con algunos guiños a los primeros Red Alert, con una suerte de revisión de la mítica Hell March con la que se iniciaba el original. Los efectos de sonido cumplen con su cometido, y el título llega a nuestro país traducido y doblado al español.



Valoración de C&C: Red Alert 3

Red Alert 3 es un interesante título de estrategia. Es ligero, el rigor táctico es escaso y podríamos considerarlo el “arcade de los RTS”, pero no por ello deja de ser un gran título, ni muchísimo menos, y funciona bien en su salto a consolas. Un entretenimiento muy “palomitero” en el que se prima más la agresividad y la velocidad que la inteligencia o el planteamiento.


Plataforma:

Xbox 360

Género:

Estrategia - Bélico - Tiempo real

Fecha de lanzamiento:
14 de noviembre de 2008

Número de jugadores:

Desconocido

Idioma:

Textos: Castellano
Voces: Castellano
Manual: Castellano

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