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08 diciembre 2012

Guitar Hero 7, historia de un desamor


Han salido a la luz detalles del que iba a ser Guitar Hero 7, la habitual entrega de la saga musical de Activision hasta que la firma decidió cerrar el grifo de la financiación. Los detalles son más que curiosos.

El desarrollo había caído en manos de Vicarious Visions, al que Neversoft había cedido el testigo, y pretendía una vuelta a los orígenes junto a una ligera revolución en la concepción del título. En otras palabras, Guitar Hero 7 quería ser un juego que se centrara en la guitarra y dejara de lado todo lo relativo al concepto de grupo de rock y en este nuevo enfoque proponía un nuevo periférico: una guitarra con seis cuerdas.

Pero, ojo, porque la guitarra tenía truco y esas seis cuerdas solo estaban en la parte inferior del instrumento, no el mástil. Parecida a la guitarra semi profesional de Rock Band 3, era una jugada a medio camino entre el instrumento de plastiquete de toda la vida y la guitarra de verdad que se cascaron en Harmonix y que, por lo que explica una fuente cercana al desarrollo, convirtió al periférico en un mando "carísimo" con unas cuerdas que ni siquiera respondían como deberían.


A todo esto hay que unir una selección musical que por lo visto era un auténtico desastre y un apartado gráfico en el que solo había dos, ¡dos!, escenarios. Visto lo visto, no nos extraña nada que el encargado de autorizar el desarrollo del juego decidiera pararlo. El videojuego musical había tocado fondo en un abrir y cerrar de ojos después de haberlo petado en años anteriores.

Lo que la cancelación de Guitar Hero 7 demuestra, y refuerza el moderado éxito crítico de Rocksmith, es que el juego musical tiene espacio, tiene un nicho de consumidores y tendrá vigencia mientras haya estudios dispuestos a dar material a los muchos seguidores que tiene. También es muy cierto que tanto la fórmula de Harmonix como la de Neversoft estaba dando muestras de flaqueza y que Ubisoft, con su Rocksmith, se ha encargado de apuntar en la dirección correcta.

Porque si bien hay mucho casual que veía a Guitar Hero / Rock Band como títulos en los que echar un rato, otro tanto por ciento de compradores eran músicos de boquilla que esperaban poder dar rienda suelta a su pasión aunque fuera con instrumentos de plástico. La falta de un aprendizaje real, la imposibilidad de salirte de los cauces establecidos por el juego y el encorsetamiento de unos títulos que deberían estimular la creatividad por parte de los usuarios mataron al género.

Está claro que no se puede sacar un título cada dos años con unos periféricos que cuestan un ojo de la cara, pero Rocksmith demuestra que existe un público que sigue pendiente del videojuego musical y que confía en el mismo ya sea para tocar cuatro temas en un momento libre o para mejorar y perfeccionar su técnica.




Tomb Raider Y Uncharted no es Tomb Raider


Es paradójico que Lara Croft y Nathan Drake hayan acabado intercambiando sus posiciones de influencia y seguimiento desde el comienzo de la saga Uncharted allá en el 2007. No es raro oír que Uncharted es un Tomb Raider protagonizado por un tío, pero la tendencia ahora es ver que todo el mundo piense que el reboot de Tomb Raider es un Uncharted.

¿Qué es ser un Uncharted? Vale que la saga de Naughty Dog haya marcado un antes y un después por su éxito y su buen hacer en las aventuras cinematográficas, pero parece que ahora todo juego que implique un plataformeo y escalada por zonas bien marcadas y con acciones casi automatizadas y con secuencias de persecuciones o huídas plagadas de scripts, es un Uncharted.

En cuanto a aventura se refiere, Lara Croft lleva muchos más años que Nathan Drake en esto, pero con la llegada de Uncharted a los videojuegos se han cambiado las tornas, y el cambio, o lo que en Crystal Dynamics llaman evolución lógica, de lo que estamos viendo del nuevo Tomb Raider que poco o nada tiene que ver con los anteriores de la saga, es lo que está haciendo ver los parecidos. Sus creadores piensan que no es así matizando en unas interesantes declaraciones.

Creo que si no tuviésemos esas similitudes en el tema central, como la aventura y la arqueología, no creo que Tomb Raider se hubiese vinculado con Uncharted. El sistema de combate era una de las cosas que más tenían que evolucionar."

Aunque ya estén saliendo a la luz varios avances en los que cada cual tiene su opinión de lo visto, parece lícito pensar que Tomb Raider es un Uncharted, aunque es curioso cuando se decía de Uncharted que era un Tomb Raider con un tío. Lo recordamos con total claridad como si 2006 y 2007 hubiesen sido ayer, pero el parecido no era tan evidente, o al menos, tenemos que matizar de qué Tomb Raider ha bebido más Uncharted, viendo que Nathan Drake siempre se ha dedicado más a la acción y al pasillismo, mientras que Lara Croft se dedicaba a explorar ruinas, junglas y cuevas, tanto en tierra como submarinas, con menos acción y más plataformas y, sobre todo, más puzles.
Dejamos fuera de la fórmula a los primeros Tomb Raider de la generación PSOne porque es muy evidente que poco o nada tienen que ver con lo que ahora es Uncharted, y desde luego, tampoco podemos decir que haya bebido mucho de Angel of Darkness, por suerte. Tomb Raider Legend fue el que en 2006 cambió su mecánica drásticamente y nos presentaba este modelo de plataformas más automáticas y cinematográficas que más tarde adaptaría Uncharted, pero desde luego, ese Tomb Raider no abusaba de la acción.

Tomb Raider Anniversary, como remake del primero, no ofrecía posibilidades de parecido alguno, y con Underworld llegó un término medio que, a pesar de equilibrar mucho mejor la acción, las plataformas, los puzles y la espectacularidad cinematográfica, no consiguió destacar ni mucho menos como la trilogía Uncharted. ¿Ha sido entonces Uncharted un Tomb Raider?


Si la comparación viene dada por las plataformas y el nuevo Tomb Raider es un Uncharted y Uncharted fue en su día un Tomb Raider, también podemos seguir con que en realidad Tomb Raider Legends bien podría haber bebido de un Prince of Persia, y así llegaríamos hasta el Pong. Exacto, el nuevo Tomb Raider no es un Uncharted, sino un Pong.

Cuesta buscar otras similitudes o marcar una diferencia realmente importante a día de hoy, más aún cuando nosotros mismos llamamos a cada juego en base a otros con tanto descaro, y luego nos quejamos de oír esos nombres en todas partes. Ser un Uncharted, ser un Gears of War, ser un GTA,... De todo menos ser originales.


Fuente mundogamers.com

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