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20 octubre 2009

Vídeo-análisis de Section 8




Bien, continuamos con más vídeos. Esta vez pasamos a uno de los análisis que tenemos preparados para hoy. Y el protagonista en este caso no es otro que Section 8.
Y es que tras su lanzamiento, vale la pena al menos para los que no lo hayáis probado que veáis el vídeo que os traemos a continuación. Sobre el juego deciros que se trata de un juego de acción en primera persona ambientado en un entorno muy futurista y que cuenta con un gran punto a favor con su genial modo multijugador. Así que sin más preámbulos os invitamos a que veáis el vídeo.

Vía: HardGame2

[Análisis] Operation Flashpoint: Dragon Rising




El género de la simulación bélica no tiene muchos exponentes, aunque por suerte los pocos que hay se han mantenido a buen nivel con más que notables resultados: a los veteranos ArmA y Operation Flashpoint: Cold War Crisis -prácticamente pioneros en este modo de diversión digital- se les han sumado recientemente sus continuaciones, ArmA II (exclusivo de PC) y Operation Flashpoint: Dragon Rising. Este último, desarrollado por el veterano estudio de Codemasters y juego a repasar en el día de hoy, viene a demostrar como un título tan complejo (aunque quizás no tanto como su predecesor) puede ser portado perfectamente a consolas sin ver mermado su sistema de control dando como resultado un conjunto sólido y jugable que satisfará a los amantes de este tipo de juegos sin llegar a marear tanto en opciones como ArmA II; eso sí, con algunos problemas en la IA o en las texturas.
Historia
Operation Flashpoint: Dragon Rising viene a ser uno de esos cada-vez-más-frecuentes-juegos en los que el argumento sirve de excusa para meternos de lleno en la acción. Esta gira entorno a la isla de Skira, un paraíso natural con grandes yacimientos de petróleo cuya historia a lo largo de los siglos se ha visto cubierta de sangre tras numerosas guerras y dominaciones por parte de las principales potencias del momento.
En esta ocasión, la crisis internacional acontecida en el año 2008 (puntazo, por cierto) y en la que por desgracia aún estamos inmersos, ha provocado que las exportaciones de China -motor actual de su economía- hayan descendido drásticamente, dando lugar a una tasa de desempleo nunca vista en el país asiático. Esto, unido a la enorme necesidad da adquirir petróleo para cubrir las exigencias de toda la población ha obligado al gobierno chino tomar la difícil decisión de invadir Skira argumentando los más de 600 años de dominio sobre la isla.


Ahora bien, los rusos (actuales dueños de la misma) no tienen la intención de dejarse robar tan fácilmente y, valga la redundancia, piden ayuda al ejército de los Estados Unidos para combatir la marea asiática. Así da comienzo un nuevo capítulo bélico en la historia de la humanidad en el que tomas el control de un marine americano que, junto a otros tres soldados, deberá desembarcar en la isla para poner fin a la ocupación enemiga en la llamada operación Dragon Rising.
Jugabilidad
Como ya comentamos al principio, OF: Dragon Rising pertenece a esa escasa lista de títulos englobados en la categoría de simulación bélica; sin embargo y en contra de las apariencias, Codemasters ha tratado -con éxito- de dotar al título de un pequeñísimo factor, llamémoslo X, que evita a los aventureros que se adentran por primera vez en este género la desesperación y pesadez que se sufre al no saber el por qué de una muerte inesperada. No se trata desde luego de un Call of Duty en el que tomas el rol de un aprendiz de Rambo que aniquila a todo aquel que se pone delante, pero no es tan complicado como ArmA II (debido entre otras cosas a las limitaciones impuestas por los mandos de las consolas) ni tiene su amplio abanico de opciones. Eso no quita que en más de una ocasión caigamos como resultado de un disparo certero o de una explosión cercana, ya que si hay algo de lo que pueda presumir Dragon Rising es de una curva de dificultad endiablada que se acentúa debido a la ausencia de un tutorial que explique en condiciones todas las posibilidades que presenta el juego. Para que os hagáis a la idea, las balas actúan según las leyes de la gravedad rebotando en determinadas superficies o descendiendo en el aire a medida que aumenta la distancia a la que se encuentra el objetivo, si nos disparan en una pierna deberemos vendarnos y nos quedaremos sin poder correr…


Operation Flashpoint es, además de un buen título de acción, un sandbox, con todas sus ventajas y limitaciones. La gran libertad de acción con la que podemos abordar nuestros objetivos queda en parte chafada por la inexplicable obligación de pasar por todos los checkpoints que limita la campaña, dejándonos en muchos casos una sola vía de acción. Además, aunque tenemos la opción de utilizar una vista de pájaro en tiempo real del mapa, la poca precisión a la hora de describirnos los objetivos hace que esta sea la mayor parte de las veces innecesaria.
El otro gran pero llega de la mano de la IA. Me explico: el título de Codemasters presenta un sistema de órdenes muy intuitivo con el que dirigir a tu pelotón. Tras pulsar LB/R1 (por defecto) aparecerá un menú en forma de rondo por el que podrás navegar para seleccionar la formación de tu pelotón (cuña, fila india, etc), enviarles a una determinada posición, pedir fuego de distracción, llamar a un sanitario, etc. Sin embargo, en más ocasiones de las deseadas la inteligencia artificial de tus aliados toma el camino equivocado, exponiéndose sin ton ni son al fuego cruzado o no ocultándose tras una posición de cobertura. Además, el mayor pero es que no es estrictamente necesario realizar todo esto para poder cumplir los objetivos. Al contrario que ocurría en juegos como el reciente Brother in Arms en los que la ayuda de tus aliados es fundamental, la sensación que transmite Dragon Rising es que, con un poco de pericia y mucha paciencia, podrías completar la campaña en solitario sin más ayuda que la de tu arma.


Al margen de todo esto, OF: DR tiene numerosas bondades. Como todo sandbox que se precie, el usuario puede hacer uso de vehículos (si bien no son muy variados) con los que acortar distancias en el mapa y eludir desplazamientos eternos. Además, otra buen añadido son las misiones secundarias que agregan algo más de variedad y acción a la trama. Es posible también solicitar ataques aéreos con los que mermar las fuerzas del enemigo o lanzar granadas a través de las rendijas de las puertas a la hora de asaltar un edificio. Las posibilidades son francamente abrumadoras.
El modo multijugador del juego hace uso del famoso sistema Machtmaking implementado en la mayor parte de títulos de consola. Si bien algunos son casi perfectos como el de Halo 3, es una pena no poder decir lo mismo de este. El retardo en más del 50% de las partidas jugadas es más que evidente, haciendo imposible el juego rápido y fluído que requieren este tipo de títulos en los que hay que tomarse cierto tiempo antes de apretar el gatillo. Esto es, sin embargo, un problema que tienen la gran mayoría de juegos en consolas, lo que nos lleva a la preguntarnos si realmente la calidad de las conexiones que hay hoy en día hacen factible seguir utilizando a un jugador como host o si no convendría aguantar con los servidores dedicados que tan bien han funcionado hasta ahora un poco más.


Gráficos
Operation Flashpoint utiliza un motor gráfico de cosecha propia que cumple con notable a pesar de mostrar numerosos altibajos.
A nivel general, el juego se ve estupendamente. La distancia de visión, sin ser de las mejores, muestra gran cantidad de la isla de Skira que se acentúa de manera magistral gracias al trabajo realizado en la iluminación. Desde los amaneceres hasta la media noche, el juego hace gala de un cuidado sobresaliente mostrando algunos de los mejores paisajes vistos anteriormente en consola que tal vez solo pueden rivalizar elegidos como Fallout 3.


El problema viene cuando te acercas a los objetos y te fijas en sus texturas: una gran parte de ellas suspende debido a un inexplicable efecto borroso que resta calidad a su trabajo. De hecho, algunas cantan hasta tal punto (las de los sacos en las barricadas, por ejemplo) que dan ganas de preguntarse si los desarrolladores no utilizaron el Paint para crearlas.
El sistema de físicas tampoco sale muy bien parado. Mientras que los cuerpos enemigos caen de buenas formas tras recibir un disparo, lo que no nos terminamos de creer es que una zona de casitas de madera se mantenga en pie tras recibir un bombardeo aéreo (y encima, por saturación). Tampoco pedimos un sistema como el implementado por Valve en su Half Life 2: Episode 2 o DICE con Bad Company, pero si que se caigan o que sufran desperfectos.


Por último, anotar que el trabajo en los modelados y animaciones de los soldados es correcto, sin más.
Sonido
Codemasters nos ha traído Operation Flashpoint: Dragon Rising totalmente doblado y subtitulado al castellano, con voces de gran nivel que los más quisquillosos podrán recordar de otros títulos. Además, el sonido de las armas, los vehículos y las explosiones tienen un acabado sorprendentemente bueno que realza -y mucho- la inmersión en la batalla.
Conclusión
Dragon Rising no es un juego apto para todos los públicos. Únicamente aquellos que disfruten con una buena dósis de paciencia podrán encontrar las virtudes de un título al que deberíamos bajarle un punto la nota final si únicamente es adquirido con fines multijugador. En lo demás cumple con creces, y puede servir a los noveles de puente hacia la simulación.

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